MANUAL TÉCNICO DE CLIMATIZACIÓN INVISIBLE RESIDENCIAL UPONOR
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por ventilación y por infiltración)
ya que éstas son proporcionales a
dichas diferencias de temperaturas.
Otro importante factor de
ahorro energético lo constituye
la disminución de pérdidas o
ganancias de calor en sala de
máquinas y en las conducciones
hasta colectores debido a que
la temperatura del agua es más
moderada durante todo el año.
Por otra parte, habrá que
tener en cuenta que uno de
los componentes del sistema
de Climatización Invisible es
la plancha de aislamiento,
elemento con el que no cuentan
otros sistemas de climatización
y que contribuye a mejorar el
aislamiento térmico del edificio.
7.- Medios eficientes de
intercambio de calor.
El intercambio de calor por
radiación es muy eficiente, al
bastar con que los cuerpos estén
uno frente a otro y a distintas
temperaturas sin necesidad de estar
en contacto, ni de que exista un
fluido intermedio, como sucede
con los sistemas de aire que
utilizan un medio de transporte de
energía térmica poco eficiente.
El intercambio energético por
radiación depende de la cuarta
potencia de las temperaturas
absolutas de los cuerpos.
Aumentar o disminuir en un
grado la temperatura de la
superficie radiante, significa
un factor multiplicador que
no se alcanza si variamos la
temperatura del aire en un grado.
la presencia de cuerpos muy
calientes, como los radiadores.
En una vivienda con climatización
invisible, las diferencias de
temperatura entre las superficies
(suelo, techo, paredes) y el aire
son mínimas tanto en invierno
como en verano, por lo que
el movimiento de aire por
convección es imperceptible.
La ausencia de movimiento de
aire produce menor movimiento
de polvo y como consecuencia
también un entorno más
higiénico y saludable.
6.- Ahorro energético.
Se ha comentado anteriormente que
la sensación térmica de las personas
no corresponde a la temperatura
de aire, sino a la denominada
temperatura operativa en el interior
de los edificios y que equivale al
valor promedio entre la temperatura
del aire y la temperatura radiante
media de las superficies interiores
de la habitación (suelo, techo,
paredes).
Por tanto, si en
invierno deseamos mantener una
temperatura operativa o de confort
determinada, podemos disminuir
la temperatura del aire y aumentar
la temperatura radiante media.
En cambio, en verano, podemos
aumentar la temperatura del aire y
disminuir la temperatura radiante
media (ver confort térmico).
Por esta razón, al ser menores las
diferencias de temperaturas entre
el aire interior y exterior del local,
en invierno y verano, también son
menores las pérdidas o ganancias
energéticas (por cerramientos,
ventanas) y del alto nivel de
infiltraciones de aire en los edificios.
Una forma de minimizar este
efecto es el aprovechamiento de
los elementos constructivos del
edificio (suelo, techo, paredes)
como elementos acumuladores
de energía (inercia térmica).
Mientras más energía podamos
acumular en estos elementos,
menor será el efecto exterior
negativo, manteniéndose
temperaturas interiores muy
estables durante todo el día y año.
Por esta misma razón, los sistemas
de climatización radiante requieren
menos energía que otros sistemas
para mantener las condiciones de
confort; y en especial, durante
las horas de máximo consumo
energético en invierno y verano.
4.- Emisión y absorción
térmica uniforme.
La unidad terminal del sistema es
todo el suelo del área climatizada.
Esto da lugar a que el intercambio
térmico sea uniforme en toda
la superficie.
Este fenómeno se
contrapone al de “zonas calientes”
y “zonas frías” que se obtiene con
otros sistemas de climatización
en los cuales existe un número
limitado de unidades terminales.
5.- Climatización sin
movimientos de aire.
La velocidad de migración de
las capas de aire caliente hacia
las zonas frías es proporcional
a la diferencia de temperaturas
del aire entre ambas zonas,
caliente y fría.
Una de las causas
que generan este fenómeno es
1. Principios básicos de la
climatización radiante