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Climatización Invisible Uponor Residencial
El método para valorar el confort térmico
desarrollado por Fanger y recogido por la norma
ISO 7730, integra todos los factores que determinan
el confort térmico y define el porcentaje de perso-
nas insatisfechas (PPI) bajo unas determinadas
condiciones térmicas ambientales.
El IVM se basa en la valoración subjetiva obtenida
por experimentación de un grupo de 1.300 perso-
nas. Se utiliza un índice que valora el ambiente
según la siguiente escala: caluroso (+3), caluroso
(+2), ligeramente caluroso (+1), confort ó neutro
(0), ligeramente frío (-1), frío (-2), muy frío (-3).
Se define como persona insatisfecha a aquella que
otorga una valoración entre (-2 y -3) y entre (+2 y
+3) a las condiciones climáticas de su entorno.
Conociendo el IVM resultante, se puede calcular el
porcentaje de personas insatisfechas mediante el
siguiente gráfico:
Se consideran como valores óptimos aquellos que
no sobrepasen el 10% de personas insatisfechas ó
±0,5 del IVM. En caso de no cumplir con estos
valores, se debe intervenir sobre los sistemas de
climatización para conseguir las condiciones de
confort propuestas por Fanger.
1.3.3. Índice de valoración medio (IVM) y porcentaje de personas insatisfechas (PPI)
No es suficiente con calentar o refrigerar un edifi-
cio, también es necesario ventilarlo para mantener
las condiciones de calidad de aire que proporcio-
nen una sensación de confort. Se entiende por
ventilación el ingreso de aire fresco, no contamina-
do, al interior de la habitación. En algunos casos el
aire debe ser sometido a uno o varios tratamientos
previos antes de introducirlo en el edificio: filtra-
ción, humidificación, deshumidificación, etc.; ello
dependerá de las condiciones del proyecto.
En un edificio cerrado siempre se generan gases o
humos que pueden generar molestias e incluso
pueden ser perjudiciales para la salud. Las princi-
pales causas de contaminación del aire son:
-
Disminución del oxígeno y aumento del dióxido
de carbono, por respiración de los seres vivos.
-
Vapor y gases debido al sudor y a la
descomposición metabólica de los alimentos.
-
Emisión de sustancias tóxicas debido por
ejemplo a cigarrillos, productos de limpieza,
vapores de pegamentos, etc.
La evaporación del sudor es una de las principales
causas de degradación del aire interior y está relacio-
nado con la temperatura y humedad relativa del aire.
Es decir, la calidad del aire será mejor en ambientes
que se encuentren en condiciones de confort.
La cantidad de aire que debe ser introducido en un
lugar depende de varios factores, siendo dos de los
más importantes el número de personas y la actividad
que realizan. La ventilación puede ser de dos tipos:
-
Natural, cuando el ingreso de aire fresco es a
través de ventanas, puertas y rendijas.
-
A
rtificial, cuando el ingreso de aire fresco es
forzado por medio de ventiladores u otros
elementos mecánicos.
En los métodos de ventilación artificial, se puede
trabajar solamente con aire exterior ó con una
mezcla de aire exterior más aire interior
.
 Existen
también casos en los que no se utiliza aire exterior,
cuando los sistemas sólo tratan el aire interior.
 En
este caso no hay aire de ventilación.
Se debe prever que una cantidad igual de aire
exterior de ventilación debe devolverse al exterior
también procedente del local, para que la cantidad
de aire tratado sea siempre la misma.
Debemos indicar que es importante conocer pre-
viamente las características y propiedades del aire
exterior e interior del edificio: humedad (absoluta
ó relativa) y su entalpía.
Habrá que tener en cuenta la normativa aplicable
en cada caso en cuanto a calidad de aire interior.
1.4. Renovación de aire